CROQUETAS DE ACELGAS CON QUESO
- Mancusso

- 23 nov
- 2 Min. de lectura

INGREDIENTES :
400 gramos de acelgas frescas.
500 mililitros de leche.
50 gramos de mantequilla.
Media cebolla.
2 cucharadas de harina.
Tu queso para fundir favorito.
Aceite de oliva.
Romero.
Albahaca.
Sal.
Pimienta.
Nuez moscada.
Pan rallado.
Huevo.
PREPARACIÓN
Lo primero que haremos, serás elaborar la bechamel para tenerla lista cuando haya que incorporarla a la receta.
Con esta preparada, empezaremos con las acelgas bien lavadas y desinfectadas, separando y cortando en trocitos las hojas y los tallos.
En una sartén con un poco de aceite de oliva caliente, cortamos la media cebolla en trozos pequeños y echamos estos y los de los tallos de las acelgas a la sartén.
Añadiremos un poco de sal y lo dejamos pochándose unos 5 minutos aproximadamente.
Cuando haya pasado ese tiempo, echamos romero y albahaca al gusto y despues de mezclarlo tapamos unos minutos la sartén.
Una vez bien pochado, echaremos las hojas de acelgas en trozos que teníamos preparadas de antes y las dejamos a fuego medio de 5 a 7 minutos y las escurrimos para quitar el exceso de aceite y otros líquidos.
Ahora es cuando, con nuestra bechamel ya preparada y en una sartén a fuego medio, le añadimos las mezcla con las acelgas y lo removemos para que se incorporen todos lo ingredientes entre ellos y coja consistencia.
Y cuando vemos que tiene una textura suave y no se queda pegada en la sartén, la ponemos en un recipiente y la dejamos reposar desde unas hora hasta un día protegida por un film pegado a ella.
Con la masa ya lista y después de haber reposado lo suficiente, preparamos el queso a gusto, la harina, el pan rallado y el huevo batido para empanar.
Y este es el momento en el que procedemos a coger un poco de nuestro queso favorito y envolvemos este con otro de masa para dar forma a las croquetas.
Con la forma ya hecha, las pasamos por la harina, el huevo batido y el pan rallado para rebozarlas y las freímos en una sartén a fuego medio alto con aceite a la mitad, dándoles la vuelta hasta que estén doradas por todos los lados.
Por último solo nos queda dejarlas en papel de cocina para que empape bien el aceite sobrante y ¡A EMPLATAR!



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