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ARROZ CON LECHE ASTURIANO

La principal diferencia entre las dos recetas es que en ésta se usa el doble de leche, lo que alarga la cocción y provoca un arroz con leche super cremoso y muy muy suave. Además este arroz con leche se suele rematar con azúcar caramelizado (o quemado) que le da un sabor espectacular a la receta.

Ingredientes:

  • 4 vasos (1 litro) de leche entera (si es leche fresca mejor)

  • 1/2 vaso de arroz redondo (unos 100-125 gramos)

  • 1/2 vaso de azúcar (unos 125-150 gramos)

  • 1/2 vaso de agua (125 ml)

  • 1 trozo de cascara de limón (como un dedo de largo más o menos)

  • 1/3 de una cucharada pequeña con sal

  • 25 gramos de mantequilla sin sal

  • Opcional: Un chorrito de anís (no más de 1 cucharada)

  • Opcional: Para rematar el arroz con leche puedes añadir canela en polvo, caramelo líquido o quemar un poco de azúcar por encima (como en la foto).

Elaboración:

  1. Necesitamos dos ollas. En una pon a calentar la leche y en la otra pon a calentar el agua. Ten en cuenta que pasaremos a la olla del agua todos los ingredientes así que coge una olla grande.

  2. Cuando el agua esté hirviendo añade el arroz y remueve bien. Luego añade la leche caliente y vuelve a remover. Añade la sal, la mantequilla y el trozo de cascara de limón.

  3. Pon a fuego medio-bajo de forma que la leche no llegue a hervir (para no estropear el sabor de la leche). Deja que se vaya evaporando la leche poco a poco mientras se cuece el arroz. Tendrás que remover frecuentemente para que no se pegue al fondo y se queme.

  4. Dependiendo de la potencia del fuego (mejor más bajo que más fuerte) la cocción durará unas 2 horas. Sabrás que el arroz con leche está listo cuando esté un poco más suelto de como te gustaría comerlo. Ten en cuenta que cuando se enfríe cuajará un poco la leche (por el almidón y la mantequilla) y se espesará.

  5. Cuando el arroz con leche esté a tu gusto añade el azúcar, remueve bien y deja 1 minuto más al fuego. Luego aparta del fuego y si te gusta el sabor del anís añade un chorrín en la olla y remueve bien (yo prefiero no añadirlo aunque en Asturias es muy típico hacerlo). Luego reparte en varios cuencos o platos.

  6. Para terminar añade por encima lo que prefieras. Un poco de canela o de caramelo líquido o también puedes espolvorear con un poco de azúcar la superficie del arroz con leche y quemarla con una plancha caliente o con un soplete (como en la foto). Puedes comer el arroz templado o dejar que se enfríe en la nevera. Fuera de la cocina y a comer!!!

CÓMO SE HACE EL ARROZ CON LECHE

Preparar esta receta en casa es muy fácil y existen todo tipo de opciones entre las que poder elegir. Así encontramos desde el estilo más tradicional, vamos la olla de toda la vida, hasta la posibilidad de hacerlo en microondas, pasando por la olla express, la thermomix o la olla GM.

EL ARROZ:

Para preparar este arroz al estilo tradicional hay que usar arroz blanco redondo, el arroz corriente y moliente de toda la vida.

Por supuesto se pueden usar otros arroces pero el resultado no será el mismo.

Los arroces de grano largo absorben poco líquido y apenas sueltan fécula, que es lo que hace que la leche espese y el arroz quede cremoso. Si lo usas seguramente te quede un postre rico pero no será el mejor arroz con leche que te hayas comido en tu vida.

No recomiendo usar ningún tipo de arroz de grano largo, ni tipo Basmati, Jazmín, …..

El arroz integral tampoco es la mejor opción y además no supone una disminución de calorías porque aunque te pueda parecer extraño ambos arroces (el integral y el blanco) tienen prácticamente las mismas calorías. Otra cosa bien distinta es que el blanco tenga un índice glucémico mucho más alto, lo cual no es nada bueno para tu cintura. Así que si te preocupas bastante por lo que comes quizás debas usarlo aunque la textura y el sabor estarán a años luz de un arroz con leche de toda la vida.

Por otro lado dentro de los granos redondos mi consejos es que uses un arroz normal, nada de arroces bomba ni nada por el estilo.

LA LECHE:

Se pueden usar todo tipo de leches para adaptar la receta a tu gusto aunque lo tradicional es usar siempre leche de vaca, por supuesto leche entera y con toda su grasa.

Además si puede ser leche fresca (de la que está en la zona refrigerada) pues mucho mejor porque algo más de sabor conseguiremos.

¿Se puede usar leche desnatada o semi? Sí, se puede, aunque se pierde parte de la gracia de la receta ya que una leche totalmente desnatada no aportará cremosidad.

Si lo que quieres es reducir las calorías que tiene tu arroz con leche casero quizás te interese más recortar por la parte del azúcar, utilizando por ejemplo algún edulcorante como veremos en el próximo apartado.

Por otro lado están los que no se fijan en las calorías y simplemente quieren conseguir el mejor arroz con leche sin importarles cuánta grasa lleve la receta. En estos casos podemos usar una mezcla de leche y nata para que quede aún más cremoso.

Además de la leche de vaca también puedes usar leche de oveja o leche de cabra. Yo nunca me ha animado a usarlas para hacer este postre pero he leído que queda bastante rico.

Otra opción para quien quiera un arroz con leche vegano es usar una leche vegetal. Así podremos preparar nuestro arroz con leche de coco, con leche de avena, con leche de soja o con leche de almendras. Todas ellas libres de colesterol y grasas animales.

Con cualquiera de estas leches vegetales puedes preparar un arroz con leche sin lactosa y con muy buen sabor, aunque lógicamente se alejará bastante del sabor de una receta casera tradicional.

EL AZÚCAR:

Aquí está la madre del cordero y es que precisamente es en este ingrediente donde más cambios podemos hacer para reducir calorías sin que se resienta demasiado el sabor de nuestro postre.

Para hacer arroz con leche se usa azúcar blanco pero puedes sustituirlo por un edulcorante sin calorías. Como el azúcar siempre se echa al final de la receta (para evitar que se caramelice y amarillee nuestro arroz) si lo sustituyes por cualquier otro edulcorante solo tienes que probar a añadir un poco cuando el arroz esté hecho, luego lo pruebas y si ves que necesita más dulzor añades un poco más y listo.

A mi los edulcorantes no me hacen ni mijita de gracia pero si quieres un arroz con menos calorías no te quedan muchas opciones entre las que elegir.

Por cierto, los más golosos o para los que son inmunes al abuso calórico, pueden plantearse preparar el arroz con leche condensada. En este caso habría que añadir un poco menos de leche a la receta y echar la leche condensada al final como si fuese el azúcar. Muy sano no creo que sea pero rico rico ya te digo yo que queda 🙂

LA CANELA:

Ya comenté al principio que a mi como más me gusta esta recetas es con los aromas tradicionales, es decir con canela y cáscara de limón.

Para aromatizar la leche se usa palito de canela (canela en rama) del tamaño de un dedo aproximadamente.

Ten en cuenta que lo más frecuente es añadir canela en polvo a la hora de servir por lo que ya va bien despachado de canela con un trocito.

Si lo que tienes en caso es un palo largo de canela en rama la tendrás que cortar, pues no es necesario gastar tanta canela para darle aroma a la leche. Si haces esto ten mucho cuidado cuando des el corte porque si astillas la canela luego empezará a soltar trocitos pequeños en la leche y tendrás que llevarte un buen rato retirándolos de la olla.

¿Se puede sustituir la canela en rama por canela en polvo o molida? Sí se puede, pero en este caso lo más conveniente es aromatizar la leche en una olla aparte y luego colarla bien con una muselina para que no nos queden los restos de la canela flotando en la leche. Esto mismo puedes hacer cuando tengas canela en rama muy rota o astillada.

EL LIMÓN:

De esta fruta solo nos interesa su piel que le dará un toque cítrico delicioso a nuestro postre. No hace falta añadir toda la piel del limón, con un par de trozos del tamaño de un dedo será más que suficiente. Por cierto, el zumo del limón es demasiado ácido y no lo usaremos nunca para preparar el arroz con leche.

No se si sabrás que a los limones y a las naranjas se les encera la piel para que brillen más y tenga mejor pinta en los mercados. Por eso es conveniente buscar limones que no tengan la piel encerada. Se reconocen a simple vista por sus pieles mate (apenas brillan) pero de todas formas no está de más preguntar al frutero para salir de dudas.

Si no encuentras limones sin encerar lo mejor será lavarlos en agua caliente y frotarlos bien con un cepillo para quitarle la mayor parte de la cera

Otra cosa muy importante que conviene saber sobre la cáscara del limón es que la parte blanca que está debajo de la piel es muy amarga. Por este motivo debemos cortar la piel lo más fina posible y eliminar los restos blancos que queden bajo ella.

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