top of page

SALSA DE HIGOS


Los higos secos son muy fáciles de encontrar en cualquier supermercado, mercado o tienda de frutas y frutos secos de la ciudad y además, a diferencia de los higos frescos, estos están disponibles también fuera de temporada, así que podrás disfrutar de ellos todo el año para acompañar los platos que más te gusten con tu salsa de higos secos casera.

INGREDIENTES (para 8 porciones):

  • 100 gramos de higos secos

  • 1 cebolla

  • 1 vaso de vino blanco o de Oporto (según el color que quieras en la salsa)

  • 1 chorro de brandy

  • 2 cucharadas soperas de azúcar moreno

  • 1 cucharada postre de maicena o harina fina de maíz

  • 1 cucharada postre de mantequilla

  • 1 chorro de aceite de oliva virgen extra

  • 1 pizca de pimienta molida

  • 1 pizca de sal

PREPARACIÓN

  1. Lavamos los higos secos enjuagándolos con agua porque normalmente vienen enharinados y los cortamos a cuartos. A continuación, ponemos una sartén antiadherente a fuego bajo, derretimos la mantequilla y freímos los higos hasta que se ablanden (unos 10 minutos).

  2. Agregamos el azúcar moreno a la sartén junto con un buen chorro de brandy (u otro alcohol para cocinar) y cocinamos hasta que el azúcar se disuelva y caramelice los higos. Después los reservamos aparte.

  3. Picamos la cebolla finamente y la pochamos en la misma sartén de antes con un chorrito de aceite de oliva hasta que esté bien dorada.

Este ingrediente ayudará a equilibrar el sabor dulce de la salsa de higos en boca.

  1. Añadimos los higos a la sartén, disolvemos la maicena en el vaso de vino blanco o de Oporto y la agregamos también. Removemos bien para que no se formen grumos.

  2. Salpimentamos la salsa de higos para carne y seguimos cocinando unos minutos más hasta que se evapore el alcohol (unos 10 minutos).

  3. Trituramos la salsa de higos secos con una batidora eléctrica o con la túrmix y la pasamos por un colador fino si es que no queremos encontrarnos ningún resto en el plato, pero en realidad, este último paso no es necesario. De esta manera nos queda más como un salsa de mermelada de higos que como una salsa súper fina, pero todo va a gustos.

  4. Colocamos la salsa ahora en una olla pequeña o cazo a fuego mínimo y corregimos la textura agregando un poco más de vino o brandy si queremos que sea más líquida, o disolviendo un poco más de maicena para hacerla más espesa.

  5. Cuando el alcohol se haya evaporado de nuevo, ya podremos emplatar esta salsa de higos secos para carnes al gusto. Utilízala para acompañar un plato de solomillo, pollo o magret de pato porque los sabores combinan de maravilla.

bottom of page