BROCHETA DE CROQUETAS DE BONITO

75 g de mantequilla
50 g de aceite de oliva virgen extra
170 g de harina normal
1 lata de un buen bonito del norte en escabeche —unos 190 g de peso neto escurrido—
El caldo que tenga la lata de bonito —unos 75 g en las latas de 250 g—
725 g de leche
Un poco de sal
Pan rallado
1 huevo
Aceite de oliva virgen extra para freírlas

Echa la mantequilla y el aceite en una cacerola antiadherente. Cuando estén calientes, añade la harina y remuévela poco a poco hasta que esté dorada.
A continuación echa el caldo de la lata de bonito, la leche caliente y el bonito desmigado. Da vueltas con unas varillas hasta que no queden grumos. Es importante que no dejes de remover la masa. Cuando empiece a espesar, prueba y rectifica de sal, si hace falta. Cuando empiece a hervir, retira la masa del fuego.
Echa la masa en un recipiente en el que no quede demasiado extendida y déjala enfriar —yo las hago de un día para otro—.
Coge porciones de la masa con una cuchara y dales forma de croqueta con pan rallado —no lo utilices en exceso—.
Bate bien el huevo. Pasa las croquetas por el huevo batido y de nuevo por pan rallado. Déjalas un buen rato en la encimera de la cocina, separadas unas de otras para que se sequen.
Fríelas en abundante aceite caliente con cuidado de que se hagan por dentro sin quemarse por fuera. Pásalas a un colador y de ahí a un papel de cocina antes de servir para que no tengan exceso de grasa.

Lava los pimientos, sécalos, quítales el rabo y las semillas y córtalos en trozos como los de la foto.
Pon el aceite en la sartén y cuando esté caliente echa los pimientos con un poco de sal. Pon una tapa para que suden y deja que se hagan hasta que estén a tu gusto.

Lo ideal es que simultanees los dos procesos, la fritura de las croquetas y la de los pimientos, para tomar las brochetas calientes.
Haz las brochetas alternando croquetas y pimientos a tu gusto y sirve inmediatamente.

ENCICLOPEDIA DE LA COCINA