SALSA BECHAMEL
La bechamel o besciamella, besamel, besamela o salsa blanca es una salsa, más bien espesa, cuyo origen se le atribuye a la cocina francesa e italiana. Se elabora añadiendo leche a un roux blanco.
INGREDIENTES (para 6 porciones):
Mantequilla 50 g
Harina de trigo 50 g
Leche entera 600 ml
Sal al gusto
Nuez moscada molida un pellizquito
PREPARACIÓN
Para hacer salsa bechamel, comenzamos poniendo una sartén al fuego y añadiendo 50 g de mantequilla. En cuanto se funde, agregamos la misma cantidad de harina y removemos formando un roux o una pasta. Si vamos a querer una bechamel más fina o más espesa, podemos alterar un poco esta proporción, aunque yo suelo mantenerla siempre, y con lo que juego es con la cantidad de leche y con el tiempo de cocción / evaporación.
Una vez bien mezclada la harina y la mantequilla, vamos agregando la leche sin dejar de remover. Es el momento de cambiar la cuchara de palo por las varillas y así evitaremos que se nos formen grumos. Clave: ir añadiendo la leche poco a poco, para que no haya cambios de temperatura.
Puedes conseguir mejores resultados si tienes la leche muy caliente en un cazo y vas agregando cacito a cacito, sin añadir más leche hasta que la anterior ha sido absorbida por la masa. Y eso sí, siempre removiendo sin parar, haciendo movientos circulares o dibujando ochos en la sartén, para que la salsa bechamel siempre esté en movimiento.
Cuando hayas agregado toda la leche, es el momento de probar y añadir sal y el clásico toque de nuez moscada, tan característico de la bechamel. Si quieres una bechamel más espesa, dedica más tiempo y deja que el líquido se vaya evaporando poco a poco mientras la sartén se llena de burbujas.