Blinis con salmón marinado y salsa tártara
Son una especie de tortitas de yogur que se adaptan a las posibilidades que se te ocurran. Con dulce, con salado… eso sí, son muy muy jugosas! Además son perfectos para cuando tienes invitados y quieres sorprender, sírvelos como canapés y quedarás genial! Acompañados de salmón marinado y salsa tártara son una auténtica bomba de sabores y texturas en la boca, así que mentalízate para preparar un montón porque durarán muy poco. Sólo necesitan 10 minutos de preparación, y puedes hacerlos más grandes o pequeños, incluso minis como estos a modo de canapés de bocado.
INGREDIENTES (para 25 porciones):
Para preparar los blinis:
1 huevo.
1 yogur natural de 125 g (o azucarado si los quieres para acompañar a dulce, aunque yo siempre prefiero añadir yogur natural y después decidir qué les echo).
1/2 sobre de levadura en polvo.
La medida de un yogur, de harina.
Un poquito de sal.
Aceite.
Para preparar la salsa tártara casera :
Para preparar el salmón marinado casero al eneldo:
Salmón fresco, la cantidad que prefieras, con los lomos separados y limpios de espinas pero con la piel.
Eneldo seco.
Sal gorda: la misma cantidad que de salmón.
Azúcar blanca: la mitad de la cantidad que el salmón.
Aceite de oliva virgen extra.
Eneldo o perejil, para decorar.
PREPARACIÓN
Necesitarás un recipiente de plástico o similar, rectangular, donde quepa el pescado y que puedas meter en tu nevera. También papel film.
Lo ideal es que compres un salmón grande, con la piel brillante y los ojos transparentes (huye si están amarillentos!) y pide que te lo arreglen, es decir, que le quiten la cabeza y la espina central y lo dejen abierto por la mitad, de forma que tengas separadas ambas partes del pescado. Aunque también puedes hacerlo con lomos más pequeños.
Pon la mitad de la mezcla en el recipiente rectangular y coloca el salmón encima con la piel hacia abajo.
Cubre encima con la otra mitad de la mezcla, el salmón debe quedar totalmente cubierto, que no se vea.
Pon un plástico resistente por encima, por ejemplo puedes cortar una bolsa de supermercado y adaptarla al recipiente. Cubre con peso, por ejemplo bricks de leche, latas de conserva, etc.
Deja en el frigorífico entre 24 y 48 horas (depende de si tu salmón es más bien grande o pequeño, y de si lo quieres muy marinado y algo seco o con textura un poco más «cruda»), y una vez transcurridas, saca los lomos de salmón y lávalos bajo el chorro de agua fría, para retirar cualquier resto que pueda quedar de azúcar y sal.
A continuación sécalos con papel absorbente.
Cuando esté seco, échale unas gotitas de aceite de oliva y pinta los lomos (puedes usar una brocha de cocina o un poquito de papel para extender el aceite).
En el vaso de la batidora, mezcla el huevo, el yogur, la harina, la levadura y la pizca de sal. Bátelos durante un par de minutos. Te quedará una masa muy suelta pero con cierta cremosidad.
En una sartén, añade un poquito de aceite (puede ser de semillas, ya que su sabor es más suave) y espárcelo con ayuda de un pincel de cocina o un poco de papel.
Pon la sartén en el fuego, a media temperatura, y cuando esté caliente empieza a añadir chorritos de masa, con cuidado de que unos no se peguen con otros. La cantidad dependerá del tamaño que prefieras.
Al cabo de un minuto, o cuando veas que se ha dorado un poquito, dales la vuelta y déjalos cocinar otro minuto más. Deben quedar parecidos a los de la fotografía. Reserva.
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